Hola, me llamo Sara, soy una chica de pelo castaño, ojos marrones, algo muy simple. No soy muy baja pero tampoco muy alta, tengo una estatura
normal. Me considero una chica corriente que le gusta divertirse y
estar con sus amigos, los pocos que tengo. Nací en Londres, una ciudad bonita para
pasar tu infancia, esta que no fue muy buena. Mis padres se peleaban
continuamente pero nunca decidieron separarse, yo pasaba de ellos
odiaba que estuvieran detrás mía todo el tiempo intentando resolver
mis problemas haciendo de padres comprensivos sin darse cuenta
de que los que tenían problemas eran ellos. Me hubiera gustado ser
independiente pero no de la forma en la que está siendo ahora, he
tenido que buscarme la vida a partir del accidente, ese que marca un
antes y un después en esta misma. Estaban bastante grave y
acabaron muriendo, ahí fue cuando me arrepentí de pensar esas cosas
sobre ellos, me gustaría haber pasado mas tiempo con mis padres,
ahora ya no puedo hacer nada. No lo he superado, es un duro golpe
quedarte huérfana pero aun me quedaba mi abuela. No hay día en que
no piense todos los buenos momentos que podría haber pasado con
ellos y que no fue así, solo había malos recuerdos en mi mente ni un
abrazo, ni un beso. No eramos una familia normal. Me estaba empezando a
hartar de Londres, esa ciudad me recordaba demasiadas cosas. Había
pensado ya en mudarme pero no tenia dinero suficiente. Hace nada encontré un
trabajo decente y ahora conseguí ese dinero así que dejaré mi vida
aquí para irme a otro lugar, abandonando a mi abuela por mucho que
me duela. Aun tengo 16 años, así que tengo que buscar un sitio donde
haya instituto y una casa donde vivir aparte de un trabajo del que
mantenerme. Quiero aventurarme, aunque no me iré muy lejos, Irlanda,
mas bien una ciudad llamada Mullingar, me espera. Hoy mismo cojo el
avión hacia allí, espero que mi vida no cambie mucho...