Estábamos
tumbados en el sofá viendo la tele, abrazados mirando a ver si
hacían algún programa bueno.
-Me
parece a mi que la tele a estas horas es una mierda.-reí.
-Pues
la verdad es que si, a no ser que quieras ver el tele tienda.-dije.
-No
es uno de mis programas favoritos.-noté su mano acariciar mi
espalda, le besé.
-Podríamos
hacer otra cosa.
-¿Cómo
qué?
-No
sé ¿tienes cartas? ¿parchís?-levantó su ceja mirándome serio.
-No
hagas eso, sabes lo que provoca en mi.-reí y me levanté pero el me
cogió por la cintura y caí encima suyo.
-Osea,
te digo que esta noche te quiero solo para mi y tu quieres jugar al
parchís.-dijo cerca de mi oreja.
-¿Que
pasa que si no tienes sexo lo pasas mal conmigo?-su cara cambió.
-No
es eso, solo que pensaba que podríamos.. yo que sé.
-Eso
me lo deja todo claro, me voy a dormir.-Me levanté y fui andando
hasta las escaleras, subí el primer escalón y en eso sus manos
abrazaron mi cintura, empezó a besar mi cuello.
-Te
amo, no quiero que te enfades.
-Pues
no me des razones.
-Lo
siento, solo quiero estar contigo, solo eso, me da igual el sexo,
bueno, contigo nunca es sexo, yo te hago el amor.-sonreí mientras me
decía todo eso susurrándome al oído, me giré y lo besé.
-Te
amo.
-Yo
más.-me besó.-¿quieres que vayamos a la piscina?
-La
verdad es que hace algo de calor, no sería mala idea.-Niall rió.
-Pues
cogete un bikini y vamos.-le
miré mal porque él perfectamente sabia que bikini aquí no tenia y
se rió.
-Eres
tonto.
-¿si?-y
en eso me cogió por las piernas para dejarme caer en sus hombros,
comencé a golpear su espalda pero él no me hacia caso, no me
bajaba, seguía subiendo las escaleras para llegar a la piscina.
-Niall,
bajame jo.-dije golpeándole más fuerte aun, ya estábamos en la
piscina, justo en el borde, amenazaba con tirarme y llevaba la ropa.
-Otra
vez no Niall, deja que me quite la ropa.-y a regañadientes me bajó.
-Me
encanta verte sin ropa.-reí.
-No
creo que sea una bonita vista.-noté como me acariciaba la cintura y
su cuerpo se pegaba al mio.
-Para
mi es la mejor vista de este mundo.-susurró en mi cuello dejando
pequeños besos.
-Te
amo.-le dije dándome la vuelta y besándolo con ganas, me cogió de
la cintura y nos llevó a los dos al agua.
-Yo
más.-rió.
-Das
asco.-le tiré agua y de nuevo me cogió por la cintura.
-Repite
eso de nuevo y te hago cosquillas.
-Vale,
vale, me encantas.-ambos reímos.
-Así
me gusta.-comenzó a besarme lentamente, nuestros labios se rozaban
con ganas y pasión. Mis piernas rodearon su cuerpo y el dejó sus
manos en mi cintura mientras profundizaba más el beso, estos
momentos eran perfectos.
-Me
encanta estar así contigo, sin pelearnos, solos tu y yo, besándonos
y pasándola bien.-sonrió y me besó de nuevo.
-Si
quieres algo tienes que luchar por ello y una vez lo tengas tienes
que cuidarlo para procurar que no se te escape, eso estoy haciendo
contigo, no quiero perderte Sara, habré sido un gilipollas y lo
siento mucho pero ahora mismo solo quiero estar contigo, eres la
mujer de mi vida.-sonreí más que nunca y lo besé de nuevo haciendo
que nuestras lenguas jugaran, sin dejar de ser un beso tierno.
-Te
amo Nialler, y da igual lo que pasó, el pasado es el pasado, ahora
te amo a más no poder y eso es lo único que importa.-me abrazó y
el contacto con su piel hizo que un escalofrió recorriera todo mi
cuerpo.
-Te
quiero mucho, muchísimo.-y me abrazó más fuerte.
-Esto
se está volviendo muy cursi.-mordió mi oreja y jadeé.
-Calla
y abrázame.-rió.
-No
vuelvas a hacer eso.-rió más.
-¿El
que? ¿esto?-y lo repitió haciendo que me aguantara un suspiro.
-Enserio
para, las orejas son mi punto débil.
-Sé
que no quieres pero ahora mismo me encantaría hacerte el amor.-entre
sus susurros, que estábamos demasiado cerca y que estábamos mojados
me lo estaba poniendo muy difícil para decir que no.
-Eres
de lo que no hay.-sonrió.
-Te
amo.-besaba mi cuello despacio haciendo que varios suspiros salieran
de mi boca.
-Niall,
no quiero hacerlo hoy, no me apetece.-me besó los labios lentamente,
pegándome contra su cuerpo.
-No
pasa nada, lo siento, ahora solo déjame que te bese.-sonreí y se
acercó a mi.
-Podría
dejarte que me besaras toda la noche sin que me cansara.-y en eso sus
labios me rozaron una y otra vez, las suficientes para que mi cuerpo
se mantuviera caliente a pesar de seguir mojada.
-Te
amo.-susurró entre besos.
-Lo
sé, yo más cielo.-y sus labios volvieron a chocar con los míos
haciéndome la persona más feliz del mundo, ojala y lo nuestro nunca
acabe, él es mi todo, mi otra mitad, él es perfecto.
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