''Narra
Niall''
Preparé
esa manzanilla que Sara necesitaba e hice que se la tomara, no tenia
muchas ganas pero finalmente me hizo caso.
-¿Quieres
irte a la cama mientras yo hago la comida?
-Niall,
no estoy enferma.
-Te
has tomado una manzanilla para tranquilizarte, necesitas descansar.
-No
quiero dar pena, me quedaré aquí.-vi como se daba media vuelta y me
daba la espalda.
-Mira
que eres cabezota, que sepas que no das pena, hago esto por que te
quiero.-No dijo nada y fui de nuevo a la cocina, quería preparar
algo ligero, no la veía con mucha hambre.
-¿Que
harás de comida?-escuché que gritaba.
-No
sé ¿que te apetece?-se quedó en silencio pensando.
-Si
hicieras algo de pasta seria de lo mejor.-sonreí notando como la
manzanilla había hecho efecto y estaba más tranquila.
Preparé
todo para poder hacer los espaguetis, no eran mi especialidad pero
tampoco me salían mal.
En
menos de lo que me imaginé ya los estaba mezclando con el tomate,
era algo que se hacia rápido y quedaba bueno igual. Saqué los
platos y la avisé para que viniera a la mesa. Nos sentamos y comenzó
a hablar.
''Narra
Sara''
Había
estado pensando, mientras él hacia la comida, me estaba ayudado
mucho en esto y yo tendría que darle algo a cambio. Soy así, no
soporto que las personas hagan algo por mi y o poder devolvérselo.
-Niall..-susurré.
-¿Que?-vi
como me sonreía.
-Siento
que esté pasando esto, enserio.
-No
es nada, ya te dije.
-Pero
es que me sabe mal, que mi abu esté así no quiere decir que pueda
abusar de ti.-rió.-¿te divierte?-lo miré mal.
-No,
no, no, no quería reírme por eso, es que lo que acabas de decir es
absurdo.-siguió comiendo mientras sonreía.
-Ah
vale, perfecto.
-No
te enfades, lo digo porque no piensas que a mi con estar contigo me
sobra, no tienes que darme nada más.-sonreí y mis mejillas
comenzaron a sonrojarse.-me encanta cuando te sonrojas.-rió.
-Pero
callate, que si lo dices me pongo más.-me tapé la cara con las
manos y él siguió riendo.
-¿Que
pasa si te digo cosas bonitas al oído? ¿te sonrojaras para mi?-Se
levantó porque había acabado de comer y riendo dejó sus cubiertos
y platos en la pila.
-Eres
tonto, enserio.-reí con él.
Sus
manos tocaron mis hombros y su aliento se acercó a mi oído.
-Te
encanta que sea así de tonto.-y besó mi cuello bajando lentamente
hasta mi clavícula.
-Niall..
mi abuela..-susurré sin aliento. Sabia lo que quería, parecía que
necesitara sexo, que solo le importara eso, que todas esas cosas
bonitas las dijera para ablandarme y poder entrar en mi y eso no me
gustaba nada a parte de que mi abuela se encontraba así.-¿Podrías
no pensar siempre en lo mismo?-me miró confundido.
-Solo
te besé, quiero que te olvides de los problemas.
-Ese
es el problema que no los quiero olvidar, es mi abuela, no puedo
estar pasándolo bien mientras ella está al borde de la muerte,
entiéndelo.-Me levanté y fui a dejar todo en la cocina, cuando fui
a salir él estaba en la puerta cerrándome el paso.
-Lo
siento, solo quería besarte, no sé como puedes pensar en que quiero
hacer el amor contigo cuando está pasando esto.
-Yo
también lo siento.-nos acercamos más juntando nuestras narices y le
sonreí ahora ya más calmada.-creo que me pasé.-sonrió y comenzó
a mirar mis labios mientras yo sonreí al verle.
-¿puedo
besarte?-preguntó acercándose a mi poco a poco.
-no
sé porque pides permiso si sabes que quiero.-reímos juntos y sus
labios rozaron los míos, capturando mi labio inferior dulcemente y
moviéndose al compás ya profundizando en el beso como si nuestros
labios estuvieran hechos el uno para el otro. Disfruté de su sabor
sin moverme del sitio. Nos separamos y apoyé mi cabeza en su pecho
aun con la sonrisa en mi rostro.
-¿Te
quedaras aquí a dormir hoy?-preguntó abrazándome.
-No
lo sé, tendré que ir a verla antes y Jesy y los chicos igual
también están preocupados.-besó mi cabeza.
-Espero
que te quedes.
-Lo
más seguro es que si, sé que no puedes vivir sin tenerme a tu
lado.-reí.
-No
te lo creas tanto.-Le saqué la lengua y él volvió a reír para
abrazarme por detrás mientras yo intentaba salir de su fuerte
agarre.
-Te
odio.-dije al no poder zafarme de sus fuertes brazos.
-Me
amas.-mordió mi oreja al decir esto y rió de nuevo provocando que
un escalofrío recorriera mi cuerpo.
-Te
odio.
-Me
amas.-comenzó a hacerme cosquillas y yo no podía para de reír, era
algo increíble. Caímos al sofá, yo encima de él y pillándome de
improvisto levantó la cabeza y me robó un beso. Mi cara seguro que
fue brutal porque no me lo esperaba para nada, comencé a pegarle.
-Que
sea la última vez que me robas un beso.-reímos y volvió a hacerlo.
-Amas
que lo haga.-rozó mi nariz con la suya y fuimos juntando nuestros
rostros. Volvimos a sonreír y ahora empecé el beso yo.
Me
encantaba el sabor de sus labios, me encantaba como besaba, todo era
perfecto en él. Sus labios se movían sobre los míos y su lengua
exploraba todo. No dejó de ser un beso tierno pero el aire provocó
que nos separáramos. Entonces lo miré a los ojos y me perdí en
ellos.
Comencé
a pensar en como me había hecho reír, en como había logrado
calmarme, en como me había cuidado y en como se había preocupado
desde el primer momento. Le di un corto beso que me respondió con
una sonrisa.
-Gracias.-susurré
besándolo de nuevo cortamente
-Gracias
a ti cielo, te amo.-Dejé caer mi cabeza sobre su pecho, escuchando
el latido de su corazón algo que me tranquilizó y poco a poco mis
ojos se fueron cerrando a causa de las caricias que él daba a mi
cuerpo.